Titulado ¿por profesión o por vocación?


 

Seguramente la pregunta anterior resultará absurda para la ideología vetusta, apegada fielmente a la filosofía aristotélica de theoria->praxis->techné->poiesis (teoría/práctica/técnica/producción) que marcó una línea recta en el trayecto de la vida profesional, en el cual, para conseguir un (buen) empleo, se debe tener primero un título universitario que avale laborar en el área pertinente de estudio. En contraste, el progresismo ni siquiera cuestiona la pertinencia de la interrogante, sino que le da una respuesta práctica e inmediata: ¡lo que más convenga!  

    En esta tesitura, si algo es seguro es que el mercado laboral en México jamás ha sobresalido por postular vacantes que se ajusten completamente al nivel de preparación que la universidad le enseñó a sus egresados, mucho menos por ofrecer sueldos dignos. Mientras que el sistema educativo, por parte de las escuelas públicas, carece de fondos y lugares para atender a la sobrepoblación de estudiantes; y por parte de las escuelas privadas, los elevados costos de la colegiatura llegan a orillar a sus alumnos a dejar trunca su formación.

    En resumidas cuentas: es poco probable terminar una carrera universitario, y si se logra, es muy probable que el graduado no consiga un empleo competente a su área de especialización.

    Frente a este panorama, revertir el consuetudinario trayecto de la vida profesional es más que un menester para una sociedad en la que se pretende vivir y no sólo subsistir, en tanto que la época de hogaño avanza donde se apuesta por la evolución y retrocede donde permanece la tradición. De modo tal que el sueño de encontrar un empleo, en el que el trabajador pueda desempeñar labores que sean de su agrado tras experimentar en diversas ramas, o sean concordantes con sus aptitudes, y de ahí titularse sobre la base de la práctica, en lugar de la teoría, se hizo realidad.

    Gracias a la última reforma del 18 de abril de 2017, el Acuerdo No. 286 de la SEP avala acreditar tanto el bachillerato, como la licenciatura, por experiencia laboral o conocimientos adquiridos; convirtiéndose en una oportunidad única, ya que teniendo una antigüedad de 3 a 5 años en un puesto ocupacional de una determinado campo, se podrá reclamar una certificación profesional.  

Experiencia laboral + Evaluaciones SEP = Título SEP

    En virtud de ello, la oferta educativa de RED EDUCATIVA MÉXICO incluye capacitación con profesores expertos inmersos en un sistema de aprendizaje acelerado, acompañamiento en el gestionamiento de todo el trámite y titulación con una tasa de éxito del 99% de egresados competentes y actualizados para enfrentar el mercado laboral.

    A fin de cumplir con el objetivo, todo aquel interesado debe registrarse en línea (https: www.rededucativamexico.org) o vía WhatsApp (8000440189); posteriormente, presentar la documentación necesaria, como Credencial de Elector, Clave Única de Registro de Población, currículum vitae y una carta compromiso. En el caso de quienes busquen la titulación se requerirá cumplir con el porcentaje de créditos requeridos por la Secretaría de Educación Pública (SEP), considerando que la revalidación de estudios es guiada por el lineamiento 35.5 de la misma institución, que tipifica:

    Evaluación de conocimientos del tipo superior: Si no obstante haber concluido fuera del sistema educativo nacional sus estudios correspondientes al tipo superior, éstos no son revalidables totalmente sino sólo de manera parcial, podrá optar por sujetarse a una evaluación global ante una Institución Evaluadora, que le permita acreditar que posee los conocimientos suficientes para obtener una revalidación por nivel completo. (DOF, 18/04/2017)

Las etapas del proceso a priori son:

Un examen escrito de opción múltiple que evalúa los conocimientos y las habilidades teórico-metodológicas del perfil por acreditar. El examen se realiza en el transcurso de un día, dividido en dos sesiones, cada una de las cuales tendrá una duración máxima de cuatro horas.

Un examen oral que consiste en la asignación de un caso práctico, elaborado y validado por especialistas para evaluar conocimientos, habilidades o destrezas de la carrera elegida y que debe ser defendido ante sinodales.

    Consiguientemente, se finalizará con la entrega del título solicitado.

    Para concluir, no queda más que reflexionar acerca de que la diferencia entre el conocimiento y la experiencia radica en que la primera es un escalón que te ayuda a subir o bajar, mientras que la segunda es el piso de arriba.

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